Como todos los años, la Europa de la Caspa, puntual a la cita con la caja tonta, nos ofreció en vivo y en directo el esperpento mediático llamado: Festival de Eurovisión. Ayer noche ocurrió, y hay que reconocer que no faltó ni un solo ingrediente: El festival en si mismo, tremendamente aburrido, como siempre, con todos los sentidos del espectador acaparados por cualquier cosa menos la música (si es que la hubo): Caderas insinuantes, muchas mujeres guapas, escasa o nula afinación, ruido enlatado, y el siempre tremendo esfuerzo de la organización haciendo incalculables alardes de su enorme capacidad para montar un espectáculo pirotécnico de luces y colores que dejaba de lado cualquier posible y eventual componente artístico. Si la música sonó y destacó en algún escaso momento, fue ciertamente por error. A eso habrá que añadir que España fue el país peor presentado, pues como era de esperar no solo se nos conoce en toda Europa porque vamos siempre vestidos de Sevillana con castañuelas, sino que para evitar eventuales dudas el ingenio Serbio nos puso un torero como identificador inequívoco de España. Lo único positivo de la noche fue Rodolfo Chikilicuatre que estuvo totalmente a la altura del evento: Ante un bodrio como el organizado ayer, ¿ Que mejor respuesta que acudir con otro bodrio como el Chiki-Chiki ?
Especial mención merece TVE, que, como siempre que tiene que comentar estos eventos, abre su particular baúl de los recuerdos (prestado por la entrañable Karina allí presente) para sacar en pantalla a un ecléctico grupo de personajes que deben cumplir obligatoriamente dos condiciones: El haber sido famosos hace unos cuantos siglos y no tener ni puñetera idea del asunto. El diálogo de sordos entre esos contertulios solo podía dar el resultado previsto: Ya que nadie estuvo a la altura de deslumbrar a los demás por su inteligencia, todos desconcertaron con exóticas divagaciones totalmente fuera de contexto y lugar. Eso si: Para cauterizar las heridas del honor patrio (España acabó en el puesto dieciseisavo), TVE sacó un vengador refrito de memorables presencias españolas en Eurovisión, y tuvimos el deleite de revivir en video actuaciones como la de Peret, Karina, Massiel y demás personajes del paleolítico que vieron posteriormente como sus temas eran interpretados por un elenco de ex-famosos incluyendo a triunfitos de primera generación y algún que otro/a cantante en paro. Para rematar la paciencia del espectador, el encargado de realizar las versiones musicales de dichas interpretaciones se guardó muy mucho de hacerlas medianamente amenas y soportables: Usó sintetizadores a manos llenas, ritmos de discoteca de pueblo, y, el mismo delay digital para todos los que cantaron. Si el arreglista pretendía conseguir que absolutamente todos los que intentaron cantar sonaran igual de mal, hay que felicitarle: Lo consiguió !!! Hacía 20 años que no veía ese ya arcaico festival y solo me empujó a poner TVE (como a tantos otros españoles) las ganas de reírme sanamente con la esperpéntica y graciosa presentación de Rodolfo y su Chiki-Chiki y un Pavo cantando que lal parecer os Irlandeses iban a presentar. El caso es que no salió el pavo, y, salvo los 3 ibéricos minutos de risa sana, el resto fue para llorar, pues si lo que vimos y oímos ayer, es lo que Europa entiende por música comercial, y lo que nuestro Ente Público Televisivo entiendo por cultura musical, pediré al mundo que deje de girar unos instantes, que me quiero bajar ya !!! |