¿Nos están timando cada vez más? Hasta no hace mucho, el mercado de segunda mano era una buena posibilidad de conseguir un artículo a buen precio, pero como todo, se ha deteriorado de forma estrepitosa gracias a los inescrupulosos de turno, y se ha convertido en una opción que en vez de abrirnos las puertas a un mercado inimaginable y fructífero como era habitual, sobre todo por internet, ahora es una entrada desmedida a oportunistas y timadores que, sin escrúpulos, van a por aquellas personas que no poseen conocimientos muy avanzados sobre un tema. En el mundo, y actualmente en un gran porcentaje por internet, se comercializan infinidad de guitarras, amplis, pedales, artículos y accesorios por este medio, pero en él han visto un GRAN negocio, los tramposos y timadores para hacer de las suyas, y cada vez con mas frecuencia y descaro tanto a nivel nacional como internacional.
Yo he comprado muchas cosas a través de este medio pero hoy en día me lo pienso mucho mas, y me aseguro muchísimo de qué y a quién le compro algo. Espero con este artículo abrirle los ojos a algunos que caen en las manos de estos impresentables que luego se desentienden de toda responsabilidad y lo que es peor no tenemos legalmente a quién acudir cuando nos damos cuenta del timo que fuimos objeto.
En mi caso he podido ver con mis propios ojos, experiencias inimaginables en otros tiempos en donde la codicia y viveza de algunos no tiene límites.
Uno es el caso de la compra de instrumentos “nuevos”, que en realidad están mas usados que un calcetín de pobre. Estos instrumentos han recorrido medio mundo de un lugar a otro siendo devueltos en repetidas ocasiones, o lo que es peor están en un establecimiento en donde todo el mundo le hecha la mano. Se notan porque están llenos de ralladuras en la parte posterior, llenos de suciedad en los mandos, marcas de dedos o púas, y otras huellas muy comunes de uso. Muchos inclusive los compran para conciertos y luego los devuelven con aquello de los 15 dias de prueba. Pero ahí no acaba el abuso de algunos, sino que, aun es peor, y es que no se conforman con usar y devolver, si no que transplantan repuestos a sus equipos y ponen en los nuevos los reemplazados, es decir por ejemplo, componentes de guitarras costosas a otras guitarras y a su vez colocan los usados en las nuevas y los devuelven. Esto lo he visto con mis propios ojos una Les Paul con pastillas y la circuitería de una Epiphone después de una devolución, y…, no le reclames a la persona, porque el no ha tenido nada que ver y se molesta de manera exagerada por tal acusación. Este caso se descubrió porque algunos la habíamos probado la guitarra con anterioridad constatando que estaba perfecta, y después de que este señor se la llevase no sonaba bien y al revisarla se encontró la trampa. Ni siquiera había hecho bien el trabajo de soldar los componentes donde deberían de ir. Lo mismo con los amplis y pedales en donde cambian componentes internos e inclusive en el caso de los pedales, el cambio es la placa completa. ¡INCREIBLE! Lo peor es que preguntando a las autoridades, no se puede hacer nada al respecto, porque ¿Cómo se prueba? Y el litigio sería interminable. También están los que juegan a Dr. Frankenstein con los artículos. Experimentan, cambian, modifican, extirpan, añaden, en fin, hacen todo cuanto se les ocurre y al ver que han creado un engendro que no sirve para nada pasan a venderlo como algo “y que mejorado”. Al revisar en el interior uno se encuentra de todo, y cuando reclamas ¡No…, eso estaba funcionando perfectamente! Otra moda que se esta imponiendo es vender los instrumentos, sobre todo guitarras y bajos, por piezas. Si uno suma el coste de éstas, ve que al unirlos sale por un precio superior que NUEVA. Esto se usaba mucho en los instrumentos vintage, pero actualmente con un acusado repunte hacia instrumentos modernos. Se ve con asombro como un mismo vendedor vende por separado el mástil, el cuerpo, la circuiteria, y otros elementos de un mismo instrumento y en el mismo medio de compra-venta. ¡INAUDITO! En otro rango mas grave, están las falsificaciones directas, como las Chinas, en donde por un muy bajo precio venden copias mediocres de guitarras costosas y famosas. Este no sería el problema principal, ya que el precio de venta es acorde con la calidad, sino que algunos impresentables, con el afán de sacar lucro a incautos, las adquieren y pretenden revenderlas como auténticas, o como últimamente he visto le ponen un par de pastillas de 40 euros cada una y pretenden venderlas por el precio de una gama media alta, porque está “Mejorada”.
Donde sí hay que tener cuidado es en las falsificaciones hechas con mala intención y que son difíciles de detectar y distinguir de las originales. Si bien son productos hechos por buenos luthieres, los precios no se corresponden con la realidad del mercado, ya que parte del valor es la originalidad y edad del producto. He leído por la red que Fender tiene identificadas mas de 14.000 series L falsas, y hay otra cantidad también grande de Les Paul 59. Estas detecciones se han podido realizar por huellas de la maquinaria original de aquellas épocas, y otros detalles casi imperceptibles a la mayoría de los consumidores. Son tan cuidadosos que duplican la original en número de serie color y todas sus características que la identifican, pero lo que no pueden duplicar es por ejemplo son los accesorios ya que provienen de moldes que solo posee la factoría principal y que dejan sus propias y únicas huellas.
La GRAN impotencia en este asunto es que la policía dice que solo puede actuar si hay pruebas de delito, cosa difícil de demostrar en la mayoría de los casos. Hay que pedir factura detallada de lo que se compra, cosa que como todos sabemos a veces resulta imposible de obtener por razones obvias que todos conocemos. Así que, señores, cuando vayan a comprar un producto, traten de hacerlo en un lugar de confianza donde conozcan a la gente en caso de que surja alguna duda o reclamación. Y si es a algún privado o independiente comprueben que sean gente fiable y que puedan comprobar que no es una persona de reputación dudosa. Revisen a conciencia el producto dentro de los primeros 15 días para evitar que nos metan gato por liebre. Asesórense por gente que de verdad conoce sobre la materia.
Exijan en lo posible, productos precintados de fábrica, y si están expuestos pues probarlos muy, muy, muy bien antes de adquirirlos. Busquen huellas o marcas de destornilladores en los tornillos, desgastes, suciedad, maltratos, etc.. Examinen con lupa antes de soltar el dinero, así evitaran disgustos posteriores.
Hay que acostumbrarse a dominar la emoción del momento para que esta no enturbie nuestro sentido común y sensatez a la hora de comprar.
Por último, también tenemos que poner de nuestra parte en las tiendas ya que hay que tratar los instrumentos con cariño. Hay gente desconsiderada que se la pasa probando de todo, y como no es suyo le importa un pimiento darle un golpe o rayón a lo que están probando. Si probamos un ampli asegurarnos que este conectado a los altavoces, dejarlo calentar un poco antes, y no abusar con los controles. He visto gente darle literalmente ostias a los interruptores. Con las guitarras, pues cuidar que las hebillas no rocen con la madera, si tenemos anillos quitárnoslos, y agarrar y dejar la guitarra de nuevo en su lugar con sumo cuidado. Si eres de los que sudan copiosamente, pues un par de servilletas en los bolsillos no hernian a nadie y borramos tan desagradable huella. Los pedales tanto los de los amplis como los demás, hay que probarlos con las manos. El zapato puede dejar marcas, hacer desconchones y si son unos bestias, hasta romper algún componente.
Saludos Demo |