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ENTREVISTA A RAFAEL PARRAS, TÉCNICO Y AMIGO 

Entrevistado por Freebird el 2 de septiembre de 2008. 

Me dirijo a casa de Rafa para cambiar la pastilla del puente de mi Telecaster. Espero que la Seymour Duncan Little ’59 me otorgue el poder que necesito. Hará un par de años que conocí a Rafa. Excepto una sola vez, no he recurrido a los servicios de otro técnico. No sólo es el luthier oficial de mi grupo, es ya un amigo con el que disfruto charlando sobre guitarras y toda clase de experiencias. Rafa me recibe con un vaso de agua fresca y coloca el inevitable cenicero en su taller. Ya nos conocemos…

Hola a tod@s,

Ya que estoy un poco más tranquilo me voy a permitir detallaros mi experiencia en la gran manzana en lo que a guitarras se refiere. Ya de antemano iba sobreaviso: la variedad , la cantidad y calidad de guitarras que puedes encontrar en USA va más allá de todo lo imaginable para los que acostumbramos a darnos una vuelta por nuestra ciudad aquí en España. Y en mi caso , viviendo en una ciudad como Málaga, la verdad es que tampoco hay un surtido de guitarras lo suficientemente amplio como para tirar cohetes, por no hablar de la facilidad para probar guitarras en dichos establecimientos.

No voy a generalizar, ya que no sé como está el tema en todo el país, sin embargo sí puedo precisar, que cuando por fin tuve oportunidad de darme un rule por alguna de las tiendas de NY, el GAS se apoderó inmediatamente de todo mi ser, y tuve oportunidad de probar algunas que otras maravillas para deleite de mis sentidos. He de decir que el trato recibido en cada uno de los establecimientos fue muy bueno. En todo caso depende de lo que esperes cuando te lanzas a preguntar si puedes probar una guitarra de 3.000 $ como si nada, y no te de tiempo a reaccionar cuando ya la tengas en tus manos, decidiendo qué amplificador usar para explayarte un rato. Y tampoco es que precisamente tuviera el ansia , ni la determinación, de adquirir un instrumento, pero sí que tenía ganas de probar algunas guitarras que por sus características y precios no son fáciles de catar en donde vivo.

Por todo esto le di un margen a mi estancia, y no fue hasta el sexto día en New York, aprovechando una mañana de lluvia a cerca de 40º, que me decidiera a visitar uno de los establecimientos. Comencé por acercarme a la calle 48, donde se ubica una de las más famosas de toda la manzana: Manny`s.

THE PHANTOM OF THE OPERA
Majestic Theatre. 247 West 44th Street. New York. 26/07/08.

Antes de nada debo aclarar que no me considero un aficionado al teatro. De hecho, y en un principio, no pensé que me atrajera la idea de asistir a una obra del "famoso y venerado" Broadway, tan alabado por todos los entendidos. Y cuando acudí a comprar entradas me decidí por el aclamado Fantasma de la Ópera, antes de presenciar uno de esos musicales blandengues. A priori mis prejuicios no me dejaban pensar con claridad, caso típico. Qué decir de una obra que ha sido compartida por varias generaciones, ha sido representada durante 20 años, influyendo a toda clase de artistas, dando pie a versiones de su principal melodía, y formando parte del legado cultural contemporáneo en la actualidad.

Mi nivel de inglés fue suficiente para poder seguir el hilo de la obra, aunque no fuese del todo necesario, tratándose de un musical en toda regla. Para poder describir toda y cada una de las sensaciones que me transmitió aquella noche comenzaré por describir el teatro Majestic. Una verdadera joya que rebosa ese aire lóbrego , de lujo y sobriedad, que nos hace sentir ese halo, esa atmosfera ténebre y auténtica, que te transporta automáticamente a otra época.

Nada más tomar asiento me doy cuenta de que mi butaca y la de mi acompañante son perfectas para presenciar la representación. A tenor del precio de cada entrada, ( 111$), puedo entender que vale la pena tener cierta proximidad al escenario. Cuando comienza el espectáculo, percibo una melodía familiar. Realmente el tema central del Fantasma de la Opera, música original de Andrew LLoyd Weber, es un temazo que no deja a nadie indiferente, y que penetra en tu interior con fuerza. La mezcla con toques modernos me deja perplejo, cuando de repente me doy cuenta ( yo ignorante) de que debajo del escenario tenemos a una orquesta completa que está interpretando cada movimiento. Mi primera impresión es de admiración total, suena con una acústica impresionante, y de pronto todo el público guarda silencio nada más abrir el telón.

Esta vez nos dedicamos a dar un repaso a los instrumentos olvidados y desconocidos por gran parte de nosotros.Un servidor, dando un repaso a su discografia, se dio cuenta de que habia algo en esas grabaciones que sonaba particularmente interesante, distinto. La base del sonido parecia de un sintetizador, pero comprobando fechas, no me cuadraba que un moderno teclado andase en los años 60. Puestos a investigar entre los libretos de los cds, paginas web y demas lugares de información, di con un instrumento que se me hacia realmente extraño, y efectivamente era la fuente de la discordia entre mis pensamientos. Según wikipedia se trataba de un mellotron: El melotrón (mellotron) es un instrumento musical electro-mecánico polifónico que apareció a mediados de los años 1960, en Birmingham. Se trataba de un teclado capaz de reproducir en tres canales cintas pregrabadas accionadas con ambas manos: con la izquierda se podían seleccionar 18 ritmos diferentes y con la derecha otros tantos instrumentos (Mellotron MKII). Exteriormente no se diferenciaba demasiado de un piano convencional, y al principio se encajaban en una elegante caja de madera.El melotrón fue uno de los primeros teclados eléctricos y puede considerarse como el antecedente directo del sampler, pues utiliza loops de cinta para crear sonidos. El melotrón permite reproducir muestras (samples) de sonido pre-grabado en una cinta. Cada tecla está asociada a una cinta magnética de casi 1 cm de ancho que tiene una duración aproximada de 8 segundos. El músico, al presionar una tecla, hace circular su cinta correspondiente que recorre un ingenioso sistema en forma de W, y reproduce el sonido pregrabado que contiene (instrumentos de cuerda, orquestales, coro polifónico, flautas, etc. Aunque podían agregárseles nuevos sonidos).Pesea a de las limitaciones de duración en las muestras, bucles o loops (8 segundos), el sonido del melotrón inconfundible, un tanto imperfecto y artificial, propició su uso extensivo en los conciertos y grabaciones de rock progresivo sinfónico en los años 1970, y ni siquiera el más versátil y compacto sintetizador logró hacerlo desaparecer aunque quedó en un segundo lugar a partir de la aparición de teclados electrónicos, a mediados de los 70s.Las únicas desventajas del melotrón eran: La incapacidad del mismo para grabar los sonidos, por lo que las cintas debían ser grabadas previamente utilizando otro mecanismo que poseían los fabricantes (Sonidos a pedido) y que cada vez que se lo transportaba de un lugar a otro, había que calibrarlo por lo que se necesitaba de una persona con conocimiento en el aparato.