A veces detesto enfrentarme a la realidad actual musical. Un panorama en el que todo está ya muy trillado, donde la originalidad estriba en el mejor estribillo o la melodía más pegadiza, donde no importa el medio sino el fin. Las ventas mermadas de una era donde la música se muere de su propia enfermedad, da paso a una generación de músicos carentes de iniciativa propia que huyen de un ego adormecido sin saber dónde empieza la calidad y dónde termina la comercialidad.
En esos momentos austeros, siento un rencor hacia la década actual. No puedo evitar rememorar tiempos mejores.
Stand Up fue el segundo disco de la prolífica discografía de una de las bandas más grandes y memorables que ha dado la industria del rock universal. Ian Anderson y compañía lanzaban este bombazo de disco en un año mágico, 1.969 . Fue el año de las muertes de las grandes estrellas del rock. Aunque valoro cada día que paso en esta etapa digital en la que vivimos prefiero enchufar un vinilo como el que hoy quiero comentaros y echarme a soñar , pensando que vivo en otra época y en otro lugar.
Cuando comienza A New Day Yesterday, la melodía del bajo a cargo de Glenn Cornick me eriza cada pelo del cogote: una base de rock y jazz profundo , tintes pesados de los mejores tiempos vaticinan nuevos aires para la música contemporánea. Cuando la voz de Ian Anderson se define, parece que todo el universo etéreo del Rock se ha vuelto a dibujar en un momento como nunca antes habíamos imaginado. La flauta travesera se convierte en un instrumento gratificante y un apoyo primordial de la cadencia de Jethro Tull. El rock sigue vivo, y ellos son protagonistas de su propia película.
Jeffrey goes to Leicester Square es el siguiente corte de este discazo. La voz inconfundible de Anderson ya atestigua el universo propio de los Jethro Tull. Las líneas de bajo afianzan la calidad de esta banda que encumbra la música popular y las raíces escocesas en un estilo característico donde su música perdura hasta la actualidad como un boceto de la mejor literatura de género, la música celta y las bases de jazz.
Bouree es una pieza instrumental de esas que te dan el día, porque desde que la escuchas por primera vez queda grabada con fuego en tu mente para siempre. Una entrada de bajo sensacional, la banda aderezada con la flauta de Ian Anderson, movimientos sincopados en una canción que rememora al mismísimo Johan Sebastian Bach, pura música celestial. Jethro Tull estaban encumbrándose hasta los números 1 de las listas británicas gracias a este disco, para convertirse en una banda de culto, capaz de aglutinar influencias de estilos tan diversos .
Back to the family es uno de esos temas ya clásicos que surgen de una línea de voz tranquila, nada sensacionalista, una letra sugerente con un mensaje concienzudamente conciliador. De pronto el cambio recuerda a una base de rock profundo que nos adentra en la cara más pesada de la banda. Una cancion para escuchar en una noche de lluvia, cuando el silencio aflora y se tiñe con el romper de las gotas de agua en la ventana, y de pronto la flauta de Ian Anderson nos trae buenos recuerdos a la mente, azorada entre tanta melancolía. El solo de la guitarra de esta canción, aunque breve, se desarrolla con una gran calidad hasta terminar apagándose y terminando . Nuestra mente ha desconectado de toda realidad.
La virtud de Jethro Tull con sus temas más tranquilos, es tomarse las cosas con calma, no más prisas, nada de pretensiones virtuosas, cuando puedes llegar hasta el fondo fácilmente si te dejas llevar. Look into the Sun es una mirada retrospectiva , mágica, que nos sumerge en una marea de tranquilidad, que se rompe por los lamentos de la guitarra, los wah y los rasgueos de la acústica. So when you look into the sun,and see the words you could have sung: It's not too late, only begun. Look into the sun.
El siguiente tema del disco, Nothing is Easy , es uno de mis favoritos. De nuevo el bajo nos marca una línea melódica que nos atrae cada vez más, vamos entendiendo que la calidad de Jethro Tull nace de la simplicidad magnificada, de la fusión de géneros, de un estilo marcádamente elitista en unos músicos de gran nivel. El solo de la guitarra en esta ocasión se funde con la magistral flauta de Ian, ya inconfundible, con su típico lamento tenue vocal en cada final de frase, en el que parece querer tragarse el instrumento. No en vano las bases de esta canción, mirada desde el prisma adecuado, a mí que me gusta sacarle parecido a todo, me traen a la mente a Black Sabbath ( de los que hablaremos llegado el momento). Jethro Tull han llegado muy alto con este disco y colman ya las expectativas del oyente, que ya entiende que la música de calidad no hay que darle muchas oportunidades para que te llene fácilmente.
I don´t want to be a Fat Man. Con esta frase comienza otro de los grandes temas de este disco. El estilo vocal de Ian Anderson ya encumbra a un mito. En actuaciones en directo de la banda se entiende que el potencial intrínseco de su música abarca de forma exponencial todas las posibilidades imaginables para el estilo de música que practican, ganándose el respeto de la mayoría del público. Para vuestro deleite os dejo al final del artículo una actuación estelar en 1983, con un solo de bajo y una demostración de por qué el nombre de Ian Anderson estará presente para siempre en los anales de la historia del rock de todos los tiempos como un genio, una leyenda viva. Capaz de tocar flauta, guitarra acústica, órgano Hammond, piano, balalaika y armónica.
La locura de la pose de Anderson, su perfil medieval es como un logo de la propia banda que se identifica plenamente con su líder atemporal. Fui enormemente afortunado de asistir a un concierto de Jethro Tull en Málaga en el Cervantes, el cual me tragué en primera fila, se me caía la baba viendo a estos monstruos de la música, a su edad , sobrados de desparpajo y demostrando una expresividad y claridad de ideas que muchos jóvenes de hoy en día querríamos para nosotros. Fue una de las mejores actuaciones en vivo que presencié nunca, algo para contar a las nuevas generaciones, algún día cuando ya no sea posible verlos de nuevo.
Y asi entre recuerdos memorables damos paso al siguiente tema, We Used To Know. Nos damos cuenta de que esta obra, que no puede faltar en cualquier colección que se precie, es una clarividente profecía de la mejor música. En este tema veo influencias para unos mismísimos Eagles. Jethro Tull ha sido tan importante en la historia del rock, que cualquier músico que se considere melómano, y con buen gusto, los tiene presentes como gran influencia del pasado , presente y futuro.
Y es que un disco que contiene tantos temas buenos termina por dejarte pasmado si no has tenido oportunidad anteriormente de tropezártelos en tu camino. La historia de la música tiene cápitulos gloriosos donde los haya , posiblemente el año 1969 sea recordado por siempre como uno de los años más importantes en el rock. Jethro Tull colaboraron ese año aportando originalidad, demostrando soberbias dotes de entusiasmo y calidad. Si todavía nos has captado el mensaje te aconsejaría que consiguieras este disco de inmediato, en tal caso te envidio si no lo conocías. Seguro que a partir de mañana tienes algo bueno que contar al mundo.
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