MIKE OLDFIELD - CRISES (1983) Por Freebird ¡Qué gran multi-instrumentista se habría perdido el mundo de no haber captado la atención del magnate Richard Branson a principios de los ’70! El genial músico británico (Reading, 15/05/1953) se abrió paso en el mundo de la música con el inmortal ‘Tubular Bells’, seguido de una serie de álbumes instrumentales, para evolucionar hacia un formato mixto al despuntar los años ’80. El anterior trabajo de Mike Oldfield, ‘Five Miles Out’, sentó las bases para una estructura diferente a la hora de concebir un álbum. Un tema instrumental por una cara y alrededor de cinco temas para la segunda, con hit-single incluido (“Family Man” fue el gran éxito anterior). En ‘Crises’, Oldfield da una vuelta de tuerca a la orquestación, adoptando la guitarra como instrumento principal. Éste es su álbum más guitarrero (exceptuando ‘Guitars’, interpretado en su totalidad por Mike Oldfield a la guitarra) y se agradece, porque Mike es capaz de todo con la eléctrica. ‘Crises’ abre con el tema homónimo, de aproximadamente 21 minutos de duración. Guitarras distorsionadas empiezan a crear texturas, superponiéndose sin piedad a partir del segundo minuto, y en ocasiones es fácil distinguir hasta 4 pistas de guitarra. En el cuarto minuto, un riff endiablado, apoyado con teclados, se abre paso para seguir aumentando la tensión. El característico sonido de Oldfield se basa en el uso alternado de Fender Stratocaster en limpio y guitarras más potentes para los punteos (PRS; Gibson Les Paul). A partir del sexto minuto, la pieza rezuma rock por los cuatro costados, con punteos armonizados y la voz de Oldfield llenándolo todo.
Al tema le queda mucho camino, con varios breaks e irreconocibles alteraciones, síntoma claro de que nos hallamos ante una pieza orquestada y trabajada a conciencia por el genio. Hacia la mitad, los teclados van abriéndose camino, indudablemente estamos en los años ’80, los sintetizadores panoramizados y los sonidos pseudo-espaciales tan en boga en aquella década son inevitables. El crescendo final es todo un subidón progresivo, vuelven los punteos y la tensión acaba por estallar con grandilocuencia. La segunda cara del álbum empieza fresca, con el exitazo “Moonlight Shadow”, uno de los temas más celebrados de Mike Oldfield de todos los tiempos. La vocalista escocesa Maggie Reilly se luce con una aportación tan melódica como sentida. A ritmo de acústica, la inmortal melodía de la canción va cobrando fuerza. Oldfield desgrana un solo de Stratocaster, seguido enseguida por otro mucho más rockero y poderoso. A día de hoy, es el single más vendido del artista en el Reino Unido. Para “Foreign Affair”, Maggie Reilly escoge un registro casi operístico en este medio tiempo, más tranquilo y popero, otro temazo para saborear en la intimidad. Por momentos, la canción parece desnuda (intencionadamente), pero apenas cruzar esta idea por la mente del oyente, varias secuencias de teclados inquietantes se cruzan de izquierda a derecha. “Taurus III” es un festín de guitarra clásica y acústica, de claras reminiscencias españolas y cierto toque folk. Mike Oldfield empezó a visitar España en los años ’80 antes de fijar su residencia en Ibiza, y el sabor aflamencado por momentos no puede sino interpretarse como un tributo a la guitarra española en toda su grandeza. “in High Places”, con el vocalista de Yes, Jon Anderson, al micro, es tal vez el único punto decepcionante del disco, aunque a los fans acérrimos del combo sinfónico no podrá dejar de gustarles. Simplemente no encaja en el LP, pese a que se deja escuchar con curiosidad. El vocalista Roger Chapman cierra el disco interpretando “Shadow on the Wall”, una pieza enérgica y rockera, tan simple como efectiva. En norteamérica, el track-listing del álbum fue alterado, incluyendo además el tema “Mistake”. Oldfield, como siempre, llevó todo el peso de la grabación y la producción, tocando guitarras clásicas, acústicas, eléctricas, banjo, bajo, percusión y todo tipo de teclados y sintetizadores (Fairlight CMI, Farfisa, Prophet 5, Oberheim DMX, Roland RS-202…). Pese al éxito de ventas, la fórmula cesaría en 1984 con ‘Discovery’, un álbum más convencional, dividido en 8 cortes, con tan sólo un tema instrumental de 12 minutos, pero con dos trallazos memorables (“To France”, “Tricks of the Light”). En mi empeño por acercar al portal de Guitarramanía álbumes de interés para los guitarristas, no podía faltar un álbum instrumental de Mike Oldfield, toda una lección de rock progresivo, ambientación y producción. La elección de ‘Crises’ era obvia, las guitarras abundan en el disco. Espero que os haya gustado, volveré muy pronto revisitando otro gran disco para todos vosotros. |