Hablar en términos de calidad hoy en día es fácil, el catálogo de guitarras existente pone a nuestra disposición un amplio abanico de posibilidades... Además de las marcas que dieron lugar a las guitarras más conocidas, por supuesto nos refererimos a Gibson y Fender, existieron algunas otras. En momentos determinados de la historia se dan circunstancias que propician que los genios salgan a la luz. La guitarra eléctrica se acordó de un joven al que nadie prestó mucha atención cuando pensó en montar su propia marca de guitarras. Desde que dejó los estudios, ya lo tenía claro. Con 17 años se compró su primera guitarra eléctrica: una Gibson Melody Maker, cuando la que que quería realmente era una Fender Telecaster; pero se había vendido la última que había en la tienda, después de todo el tiempo que había esperado ahorrando para comprarla. Al poco se encontró un día encolando un mástil desvencijado de una vieja guitarra y descubrió que su afición por las guitarras iba más allá de tocarlas.
Paul Reed Smith, nacido en 1956, era un joven reparador de guitarras que conocía a fondo cada instrumento, no importaba si fuese Fender, Gibson, Ovation, Rickenbacker o Grestch; lo suficiente para poder analizar al detalle los puntos flacos de cada uno de ellos. Cuando tenía un problema con alguna reparación pensaba en un futuro ponérselo un poco más fácil al que tuviese que reparar sus propias guitarras. Ha existido una leyenda acerca de si realmente con las primeras PRS intentaban incorporar las ventajas de Fender y Gibson a sus guitarras, como si fuesen una mezcla de las dos; pero iba más allá realmente. El hecho de ser músico resulta trascendental a la hora de vaticinar algún rumbo duradero que origine un diseño de guitarra eléctrica que destaque, y Paul Reed Smith allá por el año 1975 era ya un joven guitarrista muy pertinaz. Con decir que para lograr un diseño de pastilla que sonara a su gusto no escatimó en usar a un guitarrista de una banda que tocaba a diario en directo, y a partir de ahí probó distintas configuraciones, noche tras noche durante semanas, hasta obtener buenos resultados, sin importarle que se tratara de una tarea tediosa y laboriosa. En 1975 acudió a un concierto ( a los que solía ir con un alguna/s de sus guitarras) y tuvo la oportunidad de conocer a Ted Nugent, que le encargó contruirle una guitarra de cuerpo sólido al joven de 19 años, dándole su primera oportunidad seria. En febrero del siguiente año Paul entrega el encargo a Nugent, y conoce a Peter Frampton, que compra la décima guitarra construida por Paul Reed Smith por 500$. Al Di Meola tambien compra otra guitarra, y el más importante :Carlos Santana. Coincide con él en una jam session , en un backstage del Capitol Center. En el 77 había construído 17 guitarras, pero se daba cuenta de que no podía subsistir él sólo como luthier, y en 1980 comienza a trabajar , intercalando su actividad como reparador de guitarras en el local de Annapolis. El objetivo era claro, lograr una guitarra que todo músico viera como una herramienta de muy buen nivel, y dieran ganas de tocarla sin parar nada más probarla. Se trataba de evitar problemas con tu instrumento. Si estas tocando con tu banda y no puedes dejar de pensar que te falla la guitarra, ya falla algo de entrada. Se proponía hacer una guitarra mágica, que vendería miles de copias con seguridad. Lo tenía claro, el objetivo estaría cumplido si cualquier guitarrista recien llegado a una banda se plantease antes de salir en directo que tenía un problema por no poder contar con una de sus guitarras. A estas alturas de la jugada, la peña tocaba con Fenders las partes rítmicas y para todos los solos usaban las Gibson. Y qué pasaría, ¿sería una broma? Si pudiéramos cambiar de una a otra... El primer instrumento que fabricó no fue una guitarra, fue un bajo. Comenzó en una tienda en una pequeña localidad, donde habia una lista de encargo, y no fabricaba más de una al mes para ir tirando. Hace 28 años en la lista de espera se encontraba gente como Carlos Santana, al que fabricó su primera guitarra en 1980 y desde entonces ha sido fijo de PRS. Que Santana apareciera en festivales con sus guitarras ayudó a que se propagase con facilidad la marca de Paul Reed Smith . Encargo tras encargo fabricaba a mano cada una de ellas, en lo que era realmente un éxito derivado de un tesón y una paciencia infinita para ser capaz de dotar a cada instumento de una personalidad propia. Si hablamos de las primera guitarras encargadas para echar a andar la compañía nos remontamos a 1984, con un modelo Vintage Yellow Custom y otro Pearl White "PRS", o lo que es ahora el modelo Standard de la marca. Son las dos primeras guitarras que apareceron en un folleto de PRS. La mayoría tenían un inlay de un pájaro ( nos resulta familiar?) , estamos hablando de un stock de unas 60 guitarras construidas en esta era, anterior a 1985. Actualmente son valiosos objetos de coleccionista que pueden alcancar los 40.000 euros, y alguna de ellas incluso el doble. Esos modelos no cuentan con la propia pastilla original de PRS, y seguramente tendrá montones de modificaciones que no están o son distintas en modelos actuales..., cosas del GAS. PRS han sido y son hoy en día guitarras dignas de admiración por la belleza de los acabados, el cuidado y meticulosa atención al detalle más insignificante. En el año 2.003 la compañía la componían 185 trabajadores , en la fábrica de Stevensville, una novedosa macrofábrica, con una extensión de 25.000 m2, inaugurada en 1995 que dejó perplejo a los ojeadores por sus fantásticas instalaciones, dotadas de controladores de humedad, salas interiores con grandes innovaciones tecnológicas, fueron los primeros en trabajar con conceptos de robótica en guitarras eléctricas Por lo que ha conseguido, por cómo lo ha conseguido, y por como trabaja constantemente para mejorar, probablemente cualquiera pagaría millones por tener su oído implacable a la hora de lograr su tan ansiada y perfecta "Tonalidad", eso del TONE es lo que más buscamos los guitarristas. La puesta en marcha de PRS fue algo tremendo por aquel entonces, ya que poner en marcha tal empresa necesitaba de una inversión de por lo menos medio millón de dólares de 1985. Se establecería una especie de feria para dar a conocer la marca durante un periodo de seis meses. No tardaron ni una semana en desmontar el tinglado, de sopetón comenzaron a llegar órdenes de encargo de nuevas guitarras a un montón de sitios diferentes. Empezaron en agosto de 1985. Paul reconoce sus influencias, durante los 50 y los 60 fueron Fender y Gibson, todo lo que Martin hizo antes de 1972, todos eran maestros de su propia cultura, pero también lo fue cada instrumento que reparó en su local, de cada fallo que encontró aprendió para el futuro.
Hablando de todo esto se me ha ido el santo al cielo de lo que les quería contar. Ya sabemos que nuestro foro no puede conformarse con ser meramente un espectador contemplativo en cuanto a diseños, variedades, sonidos y amplificaciones. Nuestro foreros tienen organizada una verdadera bacanal gaseante de guitarras en este tópic, se trata de un singular Club de Guitarras PRS. No escatiman en elogios a la marca, en un aglutinado y extendido tópic que contiene algunas muestras muy interesantes y representativas. No digas que no te advertimos: este tópic no es apto para adeptos gaseados, las imágenes que van a ver a continuación son exclusivas aportaciones de nuestros foreros a nuestro glorioso foro de Guitarramania.com.
Fuentes: https://www.modernguitars.com/archives/000805.html https://www.musicianshotline.com/archive/interviews/prsguitars.htm https://store.bluebookinc.com/Info/PDF/EGuitar/EPRS.pdf |