Hola amigos, tras probar detenidamente en EGM Estudio esta famosa pedalera de Carl Martin, he decidido finalmente hacerme con una de ellas, y pasarme al mundo de los efectos. No ha sido una decisión sencilla porque soy tan clásico que normalmente, aunque toco poco (y mal), me gusta conectar la guitarra directamente a un amplificador valvulero de Beteramp, y uso apenas su preciosa reverb de clásico tanque accutronics controlada a válvulas . El sonido surf de los años 60 es realmente espectacular en esta combinación, aunque evidentemente, no se presta a demasiadas variaciones. Es lo que hay, suena como suena, y no se puede uno adentrar en sonidos que no sean puramente country, jazz o blues.
Hay un debate sobre si la pedalera es analógica o digital. Bien, está claro que es un compuesto de ambos, ya que como bien dice el forero Urkoman (que es una verdadera enciclopedia viviente en estos asuntos), solo existe un delay analógico capaz de funcionar hasta 1000 milisegudos ( 1 segundo), y es más que probable que en el Quattro de Carl Martin, estemos ante un híbrido analógico/digital, y no ante una pedalera 100% analógica como muchas tiendas indican en su publicidad a la hora de ofrecer este producto. Personalmente, creo más en lo analógico que en lo digital, ya que las conversiones AD y luego DA, provocan siempre una pérdida de calidad, no obstante, al parecer en la parte delay de esta pedalera, la señal pura que pasa es analógica, y la procesada en forma de ecos, es digital. Es un hecho prácticamente innegable, pero del mismo modo que pasa con procesadores de tipo G-Force de TC-Electronics, si el proceso de conversión está bien diseñado, es prácticamente imposible de discernir al oído, y lo que si puedo afirma en el caso de este pedal multi-usos, es que el sonido que sale de él respeta totalmente el "tono" analógico del instrumento, que es lo que todos buscamos. El Jack de entrada a la pedalera se sitúa a la derecha y la salida a la izquierda. El órden de los efectos no puede alterarse ya que viene predefinido. Así que mirando la fotografía, podemos ver que disponemos por este orden de: 1º-Un compresor analógico, que es exactamente el mismo que hizo famoso a Carl Martin, Este compresor ha sido tremendamente simplificado, pero es de una utilidad y comodidad que considero perfectas. Tiene un potenciómetro compress que determinará el grado de compresión que deseamos, y otro potenciómetro level que no es otra cosa que un booster, ya que permite ajustar el volumen de salida del compresor y de toda la unidad. El compresor se activa mediante un push de pedal y basta con pisarlo con el pié para activarlo, como ocurre con todos los efectos de esta pedalera. 2º-Posteriormente disponemos de dos importantes overdrives (o distorsiones), el primer push permite activar ese efecto, y el segundo elegir entre uno de los dos overdrives disponibles. El primero de ellos es muy clásico, permite un crunch de sabor británico, y el segundo es claramente un hi-gain. Ambos disponen de un potenciómetro independiente que nos permite determinar el nivel de distorsión deseado, pero sea cual sea el elegido, no sube el volumen de salida de la pedalera, lo cual se agradece mucho. En ambos efectos disponemos de un potenciómetro tone que permite determinar si queremos que este efecto suene más grave y pastoso o más agudo. Además, al igual que pasa con el compresor, podemos determinar el volumen del efecto mediante otro potenciómetro level. Esto es muy importante ya que podemos estar usando otros efectos en limpio con una potencia de salida concreta, pero sabiendo que nada más darle a cualquiera de las distorsiones tendremos un control de volumen pre-establecido que generalmente será más elevado para hacer un solo (por ejemplo). 3º-Tras este efecto, aparece un chorus vintage, muy apropiado. No soy nada amante de este efecto, pero debo admitir que ha salido muy logrado. Se puede trabajar con él a niveles bajos para llenar bien y de forma muy discreta el tono del instrumento. Sus dos potenciómetros permiten determinar la velocidad y profundidad del efecto, y aunque yo lo uso a niveles muy bajos, cuando lo uso, algunos encontrarán un chorus de lo más profundo jugando con sus dos potenciómetros. 4 º-Finalmente aparece el cuarto efecto que es el famoso Delay de Carl Martin. Todo un logro analógico/digital que mezcla ambas teconologías muy acertadamente. Lo curioso de este efecto, y lo realmente útil es que dispone de un Tap-Tempo, es decir de un botón con el que marcaremos con el pie la velocidad del Delay. Si la pedalera está apagada, la encendemos y activamos el Delay no oiremos su efecto, hasta que le digamos que velocidad queremos. Puede parecer extraño, pero a mi me parece una excelente idea ya que un delay que hay que ajustar a mano es de lo más incómodo para un directo, pues la velocidad de un tema depende siempre del ritmo del batería y el bajo, y es muy difícil ajustar dicha velocidad con un potenciómetro, mientras que con el pié la cosa resulta de lo más sencilla, ya que incluso en cambios de ritmo se puede perfectamente ajustar en menos de un segundo. Este delay permite además ajustar el tono, la cantidad de repeticiones y su profundidad. Ni que decir tiene que si se pone a tope de repeticiones y profundidad acabaremos locos... pues casa potenciómetro obedece a la perfección a la demanda del usuario. 5º-Una de las curiosidades de esta pedalera es que funciona directamete a 220V e internamente a 24V en corriente contínua, lo cual ofrece una dinámica extraordinaria en todos sus efectos. Poco tiene que ver con otros efectos a 9v. 6º-Otra de las importantes implementaciones de esta pedalera es que tiene un loop de efectos propio. No hay control de volumen de mezcla ni nada que se le parezca, pero entre el bloque de distorsiones y el del chorus, podemos incluir cualquier otro pedal, ya sea una distorsión que nos parezca más apropiada, un tremolo o lo que nos dé la gana. Funciona a la perfección y es un gran aporte. Si algo negativo debo decir de este modelo, es que con anterioridad donde está el chorus había un trémolo de tipo VOX, que personalmente hubiese preferido al actual chorus, pero al parecer Carl Martin hizo esa sustitución a petición de sus clientes... Es evidente que no contaron con mi opinión. Por lo demás y en mi opinión que no deja de ser totalmente personal,esta pedalera tiene unos puntos positivos muy importantes: 1º- Permite por un lado no andar cargado de pedales y de alimentadores, ya que al ser un todo en uno que funciona con corriente alterna normal, bastará con un solo enchufe y tendremos todos los efectos a mano sin ruidos de fond, pilas que se agotan, etc... 2º-La integración de todos los efectos en una sola caja evitará costosos y engorrosos latiguillos que casi siempre acaban por comerse el tono del instrumento. En resumen, una solución aparentemente nada barata, pero esa percepción es algo engañosa, pues si sumamos el precio de un buen alimentador y de 4 pedales de alta calidad, no creo que la balanza se incline en contra de esta solución, y sin embargo, la comodidad de tener que usar solo un cable de la guitarra a la pedalera y otro de la pedalera al amplificador, más una simple conexión a 220v, es algo que queramos o no, aporta bastante simplicidad a su uso. Por otra parte, si se compara con un rack de efectos o con una de las complejas pedaleras digitales actuales de tipo GT6, GT8, etc... todos ellos tienen tienen una curva de aprendizaje compleja y lenta, sin embargo, este producto de Carl Martin no requiere apenas dedicación, es realmente el Plug&Play de las pedaleras. Todo es sencillo, intuitivo y funciona a la primera. Basta con ajustar los potenciómetros a nuestro gusto, enchufar y empezar a disfrutar de ella en menos de 5mn. Actualmente en la zona de Valencia este producto se puede conseguir a través de Eduardo de EGM Estudio, al que estoy muy agradecido por la compra y su dedicación e interés en ayudarme en la elección y para quienes no estén en Valencia, les basta con contactar con el importador de los productos Carl Martin para España, que es Jorge Bueno de Amptek |