Hola a tod@s, Ya que estoy un poco más tranquilo me voy a permitir detallaros mi experiencia en la gran manzana en lo que a guitarras se refiere. Ya de antemano iba sobreaviso: la variedad , la cantidad y calidad de guitarras que puedes encontrar en USA va más allá de todo lo imaginable para los que acostumbramos a darnos una vuelta por nuestra ciudad aquí en España. Y en mi caso , viviendo en una ciudad como Málaga, la verdad es que tampoco hay un surtido de guitarras lo suficientemente amplio como para tirar cohetes, por no hablar de la facilidad para probar guitarras en dichos establecimientos. No voy a generalizar, ya que no sé como está el tema en todo el país, sin embargo sí puedo precisar, que cuando por fin tuve oportunidad de darme un rule por alguna de las tiendas de NY, el GAS se apoderó inmediatamente de todo mi ser, y tuve oportunidad de probar algunas que otras maravillas para deleite de mis sentidos. He de decir que el trato recibido en cada uno de los establecimientos fue muy bueno. En todo caso depende de lo que esperes cuando te lanzas a preguntar si puedes probar una guitarra de 3.000 $ como si nada, y no te de tiempo a reaccionar cuando ya la tengas en tus manos, decidiendo qué amplificador usar para explayarte un rato. Y tampoco es que precisamente tuviera el ansia , ni la determinación, de adquirir un instrumento, pero sí que tenía ganas de probar algunas guitarras que por sus características y precios no son fáciles de catar en donde vivo.
Por todo esto le di un margen a mi estancia, y no fue hasta el sexto día en New York, aprovechando una mañana de lluvia a cerca de 40º, que me decidiera a visitar uno de los establecimientos. Comencé por acercarme a la calle 48, donde se ubica una de las más famosas de toda la manzana: Manny`s.
Previamente, y una vez en la dirección, me dio tiempo a tomarme un café alli cerca, ya que no abrían hasta las 10. Esa calle tambien es lugar donde se encuentra otra de las tiendas de guitarras de N. York: Sam Ash. Y allí fue donde entré a ver guitarras en primer lugar. La tienda se divide en dos secciones, siendo la más interesante la situada a la derecha. Montones de Fenders custom y de PRS, no sabías donde dirigir tu mirada, ya que la cantidad de instrumentos te hacía perder un poco la perspectiva y no terminabas de decidirte a probar una de ellas. Finalmente me sedujo una PRS 513. La enchufé a un Fender y allí me tiré mi cuarto de hora dándole. Gran experiencia, aunque la guitarra no me terminó de convencer del todo, cuestión de gustos ( ya sabemos todos que es un guitarrón bastante moderno, y también depende un poco la clase de música que te guste tocar). Seguidamente me decidí por una Fender Custom Relic, de esas toda curradas, en celeste. Mis impresiones con este modelo fueron bastante mejores, se adaptaba más a mis gustos personales, un pedazo de instrumento , aunque con una apariencia que te dejaba un poco perplejo, la verdad. Cuando me quise dar cuenta llevaba media hora tocando. De repente miré a un lado, y había un señor de unos 50 años dandole a otra Relic en rosa, el tipo tocaba en plan jazzístico como para que se te fuera la olla por completo, lo cual me produjo la sensación de ser un inútil total tocando la eléctrica y me quedé un rato allí parado viendo como el colega enchufaba y yo le decía que adelante, me paraba para poder apreciar su técnica. El que me estaba atendiendo me daba coba para que soltara prenda de si estaba realmente interesado en adquirir alguna de ellas, me llevé la púa que me dio para probarlas, no sin antes tomar algunas fotos de todo el arsenal existente. En la foto de arriba veis algunas de ellas.
De allí me dirigí directamente a Manny`s, la sensación nada más entrar fue de un sobresalto absoluto. En esta ocasión la tienda superaba todo lo que yo podía haber imaginado: una decoración exquisita , guitarras y bajos por doquier, aunque al fondo en una habitación con una puerta de cristal estaban las mejores golosinas. Gibsons Customs , PRS, Fenders Customs, Tom Anderson y Suhrs entre otras. Mis ojillos hacían chirivitas ( para el que no entienda este término se me salían de las órbitas). Las Tom Anderson y las Suhr eran las que me llamaban más la atención. En ese momento me intentaba resistir a seguir probando guitarras ya que el GAS había causado una parálisis en mis extremidades que apenas respondían para tomar alguna foto de tantísimas bichas bellas. Pero claro, ya empieza el baranda a preguntarte, que de dónde eres, uno va con el gusanillo también de practicar un poco el idioma, él se da cuenta de que no puedo apartar los ojos de las Suhrs, y antes de que me de cuenta tengo un modelo telecaster en mis manos, lo enchufo a un Marshall y mis dedos se deslizan por un mastil suave y cálido como nunca antes había soñado.
Sin embargo la experiencia más grata la tuve con otro modelo Suhr en plan Strato, una gozada que tenía uno de los botones de tono que se elevaban dándote sonido de humbuckers o singlecoils a tu libre albedrío. Toda una maravilla. Mis dedos se sentían muy a gusto , mi mente se encontraba como en otro lugar , en otro tiempo ( another time, another place). Ahora sé que quiero una Suhr, llamadlo como queráis, yo lo llamo maldito GAS. Mis conversaciones fueron largas y tendidas, me tiré casi dos horas dándole vueltas a la tienda, ya eran cerca de las 1 de la tarde y mi acompañante se quejaba, ya que como es normal no todo el mundo tiene esta enfermedad con las seis cuerdas. Solo decir que el local es muy acogedor, tiene una planta superior dedicado a acústicas, y montones de fotografías de famosos de la música colgados con los autógrafos estampados. Esta tienda merece la pena de visitar a todo aquel apasionado de la guitarra eléctrica.
Pasaron otros cuantos días, estuve soñando un par de noches con las Suhrs que había probado . Pero ya mi conducta había cambiado, no quería probar más guitarras, ya había tenido bastante. De hecho no me preocupé por buscar más tiendas, ni falta que hizo, ya que pasando por la calle 14 me tropecé por la cara con el Guitar Center de New York. Un estableciemto con más guitarras juntas de lo que yo hubiera podido nunca imaginar, montones de personas probando instrumentos, aunque pocos con nivelazo. Me fui a la parte Vintage, donde atiné ver un modelo Gibson que vendía en 85.000 $ ( en la foto superior la goldtop de arriba a la izquierda) . Podéis haceros una idea, el GAS quemaba en aquella maldita tienda, tu vista se fijaba en una y otra guitarra de cada expositor, cada marca que conocía estaba allí presente en forma de todo tipo de guitarra que podamos imaginar, además de una sección de bajos y otros instumentos nada desdeñables. Todo un placer darse tiempo para poder disfrutar de alguno modelos, como uno réplica a una guitarra de Stevie Ray Vaughan valorado en 17.000 $, y otro de Jimi Hendrix, que ni recuerdo en cuánto vendían, ah sí, 19.999 $. Era como una ilusión óptica, el sueño de cualquier guitarrista, por malo que sea, hecho realidad. Si os fijáis en alguna de las fotos seguramente me entenderéis. Me largé al cabo de 1 hora de deambular por el garito. Ya estaba tan apabullado de tanta guitarra que no podía imaginar pensar con claridad en ninguna guitarra en particular, mi mente estaba un poco aletargada despues de tal dosis de GAS en su forma más pura.
Y siguieron pasando los días, mi estancia en la gran manzana llegaba a su fin. Faltaban un par de días para dejar New York, cuando pasé por delante de Rudy`s, Pensa Guitars. A priori una pequeña tienda donde tampoco esperaba ver gran cosa. Nada mas entrar estaba el propio Pensa, con una Rickenbacker de 12 cuerdas, dandole un poquito. Me acerqué y le dije que estaba superguapa, y él me repondió, si la quieres puede ser tuya ahora mismo.
Entre de lleno al local, bastante reducido, pero de un gusto exquisito. Grandes guitarras: PRS , Fenders, Gibsons, y las que más me llamaron la atención algunas Rickenbackers y Danelectros que se te iba la olla por completo, toda una gozada para la vista.
Ahora entiendo que USA es el paraíso de las guitarras, si bien los precios , aunque mejores que en Europa, tampoco marcan una diferencia que merezca la pena como para decidirte ( al menos en mi caso ) para comprar ninguna e ellas. Si bien es cierto que desde que llegué de New York nada más que ando dándole vueltas a la Suhr que probé, qué guitarrón. |