‘Camel’ (1973) Rock progresivo con tintes Jazz y aires nostálgicos para el debut de la banda británica Camel. Un año después de su formación, el grupo publicó su primer larga duración homónima bajo el sello de MCA, que no llegó a remasterizarse hasta 2002. Los que no estén familiarizados con el rock progresivo de aquella década, tendrán que abrir sus oídos y su mente al delicioso discurrir de teclados (mellotron, órgano, piano y sintetizador VCS3), guitarras acústicas, y una presencia menos acusada de la guitarra eléctrica (sin dejar de ser decisiva). Tras una primera escucha, el oyente lo tiene claro: ¡Hay que seguir investigando a esta banda!, y es que Camel engancha… “Slow Yourself Down” abre el disco con aparente tranquilidad, para adentrarse poco a poco en terrenos que recuerdan a Pink Floyd y a King Crimson.
Cuando Andy Latimer hace acto de presencia con un solo de guitarra Space-Rock memorable, la primera sonrisa aflora, pero lo que hace grande a este tema es el crescendo final, la melodía vocal entrelazada al teclado, que se mueve por derroteros sorprendentes, tejiendo con maestría un pasaje de gran riqueza. “Mystic Queen”, en plan tranquilo, es el típico tema para escuchar recostado con una Les Paul para ir cazando notas al vuelo, seguro que conocéis esa sensación. “Six Ate” empieza muy jazzera, y tras el deslumbrante cambio de ritmo, un “groove” psicodélico lo invade todo. El teclista Peter Bardens se aplica a fondo para crear tensión y posteriormente servir de colchón a Latimer que destila elegancia con su guitarra. ¿Cómo la aparente sencillez puede mutar en abrumadora perfección? Andy Ward imprime vigor a la percusión en “Separation”, Latimer sube un pelín el overdrive (sobre todo en el solo final), y su voz cabalga épica en el break del tema. El single “Never Let Go” se antoja más intimista, el bajo de Doug Ferguson lo envuelve todo, dando paso a una serie de progresiones avanzadas con el sintetizador y con un solo de Latimer para rematar la faena. “Curiosity” sigue en la misma línea, progresivo pero tranquilo a la par que inquietante, con exhibiciones de teclado y guitarra. “Arubaluba” es un clásico de la banda por derecho propio, un tema que recuerda a los mejores Rush de los ’70, lleno de fracturas, cambios de ritmo y riffs hipnóticos, todo ello sustentado con maestría por Ward, elemento vital y pegamento sónico de Camel. La edición remasterizada de ‘Camel’ incluye una versión en directo de “Homage to the God of Light”, grabada en el Marquee londinense en 1974. Toda una demostración de fuerza de 19 minutos de duración. Para cerrar los ojos y evadirse… Un año más tarde, Camel editaría el célebre ‘Mirage’, su disco más aclamado. La reedición de ‘Camel’ incluye un libreto con fotografías y notas muy interesantes.
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