El existir y ser persona, implica pensar: Un esfuerzo que como explicó Marc Bloch, repugna a la pereza espiritual de la mayoría de los hombres. Por eso, desde antiguo, una minoría avispada, consciente de la ventaja que le daba esa pereza, la condonó en nombre de la religión y la política y dedicó su vida a meter en la cabeza de los demás (muy a menudo por el eficaz procedimiento de rompérsela), que debían abandonar la funesta manía de pensar, porque ellos ya pensaban por todos. Así nacieron los políticos y los sacerdotes, es decir los clérigos que pensaron por los seglares y los profanos, es decir los legos, que no supimos darnos cuenta que la ignorancia es un mal.
Ahora los clérigos nos convocan a las urnas para la liturgia cuatrienal, pero cautivos y desarmados, ¿que podemos hacer? Creen los clérigos que los legos somos analfabetos funcionales y así nos tratan. Pero clérigos analfabetos los hay a docenas en los Parlamentos y en los Sínodos, en las Academias y en las Universidades. También nos suelen tomar por tontos, pero como establece la Segunda Ley Fundamental de la Estupidez, de Cipolla: "la probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica suya": Es decir que la estupidez está uniformemente distribuida según una proporción constante. Por eso se aplica por igual a los clérigos. Entre los ministros, diputados, jueces y prelados, se encuentra el más exquisito porcentaje de individuos estúpidos cuya capacidad de hacer daño al prójimo es infinitamente mayor que la de los estúpidos legos. Votemos lo que votemos, las elecciones generales del 9 de marzo alumbrarán una proporción constante de estúpidos entre los políticos de uno y otro signo. Eso no tiene remedio. Como no lo tiene su indigencia intelectual, que despliegan en declaraciones, debates y entrevistas. Así están las cosas. Prendidas con los alfileres de nuestra venerable indigencia y de su fatal simpleza. Es comprensible que estemos tentados de pedir el finiquito. Pero nos equivocaríamos. Porque el 9 de marzo, SÍ hay algo que podemos hacer los legos y que tiene todo el sentido: Impedir que a los estúpidos se asocien los malvados, aquellos que con engaños y zalemas, buscan un beneficio para si a costa del perjuicio de muchos otros. Como Aznar, que nos llevó a la guerra sin nosotros quererlo; Como Acebes, que NO nos supo proteger del terrorismo islámico y quiso engañarnos endosándoselo a ETA; Como Cañete, que culpa a los emigrantes del colapso de la Sanidad Pública; Como Rouco, que clama contra el Matrimonio Civil de los homosexuales, pero calla ante el comportamiento de sus sicarios pedófilos; Como Rajoy, que se presenta sin vergüenza como el defensor de los "currantes"....etc... Esta vez, quien escribe este texto VOTARÁ CONTRA esos personajes. Aunque solo sea por defender su inteligencia insultada, para que no tenga que decirse nunca más, lo que dicen algunos labriegos gallegos: "Mexan enriba de nós e hai que decir que chove": Nos mean encima y hay que decir que llueve... Artículo de opinión basado en un escrito de Gonzalo Pontón (de profesión, Editor) publicado en el diario El Pais del 5 de marzo 2008. Siendo este un portal libre, este artículo solo expresa la opinión personal de quien lo firma. Dicha opinión, libremente expresada, es totalmente individual y no tiene nada que ver con la de los demás "escritores" de este espacio, los cuales tienen como es lógico sus propias opiniones personales, y, por supuesto, gozan de plena libertad para expresarlas aquí, ya sea del signo que sean, siempre que no vulneren el marco legal vigente. |