Hola amigos, contrariamente a lo que pudiera parecer, Mayo-1968 constituyó no solo un fenómeno puntual francés sino que se extendió por casi todo el globo, se nutrió de muchos elementos y a su vez nutrió grandes cambios en la música de aquellos tiempos.

Mientras la voz de Bob Dylan llenaba colegios y universidades con: The times they are a'changin muchos nos preguntábamos por la lógica de un sistema encorsetado, sumido en plena guerra fría, y metido hasta la médula en una estúpida guerra que duraba ya más de 20 años: La de Viet-Nam, con cientos de miles de muertos, (se calcula que entre 2 y 5,5 millones de personas perdieron la vida en Viet-Nam) de los cuales casi medio millón de americanos.

Ante la desilusión de una juventud obligada a combatir en una guerra sin sentido y sin salida, ya en 1967 , en USA, hubo una enorme marcha hacia el pentágono, y muchos jóvenes americanos huyeron a Canadá y otros paises donde se escondíeron para librarse del ejercito. La música de aquel entonces, se volvió revindicativa, adoptando unas bases claras de no-violencia que  fueron el terreno abonado para el nacimiento de muchos grupos ya inmortales cuyos temas todavía perduran.

Empleamos un sexto sentido a la hora de elegir qué será lo próximo, motivados por algún anuncio o alguna compra de un amigo. La verdadera inquietud que nos mueve es comprarnos otro guitarrón,... otro pedal, ...un nuevo amplificador , un bajo nuevo,... y todo esto cae por su propio peso. La batalla de los precios ha visto la luz. Las tiendas de nuestra ciudad son masacradas por un nivel de ventas que se reduce paulatinamente. El día en que empezó el fenómeno de compras por internet nació un nuevo sindrome: el G.A.S., es una enfermedad común que encontramos particularmente, aunque no solo, en guitarristas. Tiene una definición propia ya contemplada : Gear Adquisition Syndromme, o mejor deberíamos decir: Guitar Adquisition Syndromme .

Hola amigos, lo prometido es deuda. El sábado 29 de marzo asistimos invitados a la final del concurso de Guitarra clásica que organiza Alhambra S.L. en el Palau de la Música de Valencia.

El concurso prometía y cumplió con creces las expectativas. El evento, por su nivel de premios, atrae a concertistas del mundo entero, y con cierta decepción vimos como España, que es la cuna de la guitarra clásica, no estaba representada entre los 4 finalistas. Se lo comenté a Jaime Julià gerente de Alhambra que me dijo escuetamente: "Es que aquí la gente estudia poco, es una pena, pero es así: Los Españoles tendrán que ponerse las pilas si quieren llegar a la final".

Bien, para quienes venimos del mundo de la eléctrica, parece bastante extraño ver salir a escena a una persona equipada con su guitarra y todo lo más un pequeño soporte para levantar el pié. No hay ni un solo micrófono, todo se oye tal como sale del instrumento, evidentemente la acústica de la sala se presta a ello, a la perfección, pero aún así, las manos del ejecutante, la calidad del instrumento, y la capacidad de transmitir del músico, es lo único con lo que cuenta para convencer al público y al exigente jurado: Todo un reto a tener en cuenta.

De cuando en cuando uno se tropieza con grandes momentos musicales, la música no entiende de géneros ni de limitaciones, no es raro encontrarte hoy en día con algun nuevo disco de tu banda preferida sin que termine de convencerte, o sea más de lo mismo.

La primera vez que escuché a Deeru Piotr pensé que esta banda realmente era buena, canciones como "Genuine", donde la voz de Marcos Zarevich es tremendamente personal, y rebosa una calidez y una templanza que rememora grandes pasajes del rock más genuíno de todos los tiempos, y no podemos evitar pensar en grandes como Jethro Tull, abundan bases de jazz y blues, un sonido hyper-retro, y en definitiva unas canciones a un tremendísimo nivel que auguran grandes exitos en el futuro para esta banda a buen seguro.

Tenemos la suerte de contar con su presencia actualmente en nuestro foro de, (pincha en el enlace): "nuestras grabaciones", donde dejaron huella invitándonos a escucharles, y terminaron cautivando a unos pocos de seguidores de su música. De hecho, hemos tenido oportunidad de conocerles un poco mejor a traves de una pequeña entrevista que publicamos para que todos nuestros lectores puedan adentrarse en su mundo.

Recordando canciones en mi cabeza me vino a la mente un gran tema de una banda no muy reconocida ni extendida en nuestro país, aunque la canción en concreto valió para una famosa campaña publicitaria. The Living Things, curioso nombre.

Cuando por primera vez cayó el disco en mis manos, allá por su lanzamiento en el año 2.005, no iba más allá en principio que el de ser otra novedad en el manido panorama internacional, aunque todavía por aquel entonces me mantenía alerta ante nuevas novedades musicales.

Nada más escuchar su primera canción de Ahead of Lions (Jive/Zomba, 2005 ), entendí que se trataba de rock garajero con muy buena producción , conducida por el mítico Steve Albini, y guitarras que te transmitían energía por los cuatro costados. A pesar de que sus componentes se llamen Lillian, Eve y Bosh Berlin, son originales de St. Louis, su postura en América es bastante agresiva, ya que sus letras están cargadas de mensajes políticos que agreden de lleno al mismísimo George Bush. En más de una han tenido que abandonar precipitadamente algún que otro concierto tras propiciar la quema de alguna imagen del presidente. Se dice que en sus conciertos abunda el diálogo con el público, lo que lleva a un nivel de efervescente sincronía con los asistentes en sus conciertos.

Tal y como reza cierto mensaje abierto en el foro y que todos conocemos (porque TODOS hemos entrado), es realmente increíble el efecto que provocan las palabras ‘sorteo’ y ‘guitarra’, y si van acompañadas de corolarios tales como ‘Gibson’ o ‘Fender’ el GAS que provocan alcanza límites estratosféricos. A todos los que nos gusta este mundillo guitarreril se nos hace la boca agua cada vez que vemos la posibilidad, por remota, escasa o ínfima que parezca, de conseguir una guitarra por la patilla. Que nos guste la susodicha es otro cantar, el caso es que nos toque .