Hola amigos,
he estado liado con algunas grabaciones de directos, y la cosa parece bastante sencilla, aunque como siempre a medida que nos vamos adentrando en ese mundillo, y procuramos dar la máxima calidad posible, nos vamos encontrando con escollos que capear forzados a superar cada nuevo reto que surge.
Aunque no pretendo dar un curso sobre ese tema, ya que no me considero capacitado para ello (siempre se está aprendiendo), al menos intentaré compartir con vosotros algunos de los conocimientos que he ido recabando un poco por todas partes: Ya de técnicos, de artículos encontrados en Google, de pruebas, y más pruebas hasta conseguir más o menos lo que estaba buscando.
Lo primero que necesitamos para grabar sonido, son micrófonos, y por eso mismo vamos a centrar este artículo en la elección del tipo de micrófono que se necesita en cada caso. Muchos hemos andado perdidos con expresiones como dinámico, de cinta, de condensador, hyper-cardioide, cardioide, direccional, omni-direccional, etc... etc...
Ya sabemos por otros artículos como funciona un micrófono, así que no entraremos en detalles técnicos de ese tipo, pero esta vez SI entraremos en otros detalles que tienen que ver con la construcción del micrófono de estudio además de una de las partes más importantes de su diseño: Lo que se viene a llamar el Diagrama Polar.
]]>Hola amigos, tras pasar por todas las tribulaciones inherentes a los "gadgets" digitales de transporte musical, como son varios Mini-Disk, dos iPod (incluyendo el Touch) me he cansado de perder el tiempo en hardware y software que me lleva literalmente de culo.
Todo requiere de software propietario, que si el iTunes de Mac, de que si el Windows Media, que si el SonicStage (Sony), etc... es una pesadilla, tenerlo todo actualizado, y como para postres soy un acérrimo defensor de Linux Ubuntu, casi nada es compatible con mi sistema operativo.
Así que tengo que tener por narices un portatil con Windows XP a la hora de procesar mi biblioteca musical, cuando preparo un viaje, o simplemente quiero oírla en buenas condiciones.
De entrada, hay una triste realidad que admitir: La mayoría de nosotros ha perdido el norte acústico con tanto oír sus temas en formatos comprimidos: Mp3, OGG, Windows Media, y demás variantes, que no es que suenen mal, es que simplemente se alejan cada vez más de la realidad, y ni siquiera se parecen al ya sintético WAV del puro formato CD que todos conocemos.
]]>una vez más nos encontramos con una clásica abreviatura alglosajona que nos viene a marear, pero es lo que hay: No se puede ya hablar de la mayoría de las cosas de nuestro entorno de aficiones sin tener que acudir a estas abreviaturas y a sus definiciones.
Un DAW (Digital Audio Workstation) es como su nombre indica, una estación de trabajo destinada a la grabación, procesado y producción de sonido en formato digital. Evidentemente hay infinidad de DAWs en el mercado: Desde el famoso Software Pro-Tools, pasando por otros no menos famosos como Cubase, Sonar, etc... hasta llegar a las ya conocidas mesas de grabación que incluyen disco duro y ya actualmente memoria flash.
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Tras empezar con técnicas realmente obsoletas, se llegó al modelo actualmente estandarizado a 16Bits/44,1Khz de muestro, que es el del CD de audio. Bien, ese modelo que mató y casi remató a los vinilos, lleva ya años siendo discutido, y puesto en duda. Al parecer todos los expertos coinciden en que su ubicación en el mercado queda para entretenimiento de masas fuera del campo profesional, como un sistema cutre-digital que aún teniendo las ventajas inherentes a la digitalización muestra sus enormes carencias, siendo una de las más destacadas su frialdad comparada con los viejos sistemas analógicos de alta calidad.
]]>Hola amigos, vamos a seguir hablando del tema. Básicamente ya hemos visto como se digitaliza una grabación analógica, y también sabemos que esa grabación ya digitalizada debe de ser de nuevo pasada a un formato analógico para poder ser reproducida. Bien, pues eso es exactamente lo que ocurre en un multi-efectos digital del estilo: Korg, Boss GT (4,6,8 etc..) o incluso de racks como los de TC-Electronics que son ya muy famosos: G-Major, G-Force, etc...
]]>En el mundo de la música en general, existe ya desde hace años, el debate entre lo moderno (digital) y lo clásico (analógico). La mayoría de los efectos y sistemas que solemos emplear son analógicos (cuando podemos), aunque la imparable tendencia modernizadora nos lleva siempre de camino a lo digital. No obstante, muchos músicos prefieren los sistemas analógicos porque suenan más reales y cálidos.
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