Mástil fino o mástil grueso.  Mástil encolado o atornillado.  Arce o palorrosa. ¿Caoba de Honduras ?. He ahí la cuestión. Tienes una guitarra y te crees que es la mejor que podrías tener, y eso es porque te ha costado una pasta. Pero claro, estamos en navidades, se acercan los Reyes Magos, y de pronto pasas por delante de una de las tiendas del barrio. Claro, si  estás en casa, no hace falta salir fuera. Internet está dándote las nuevas bichas que salen al mercado. Tu guitarra está nuevecita, la compraste hace un año, pero no puedes evitar fijarte en la última que ha sacado la tienda alemana ésta.

De pronto te llama un día un colega, que te lleves la guitarra, la Lp Cústom ébano que tanto te mola, que las vais a echar a pelear con la nueva Suhr  que se ha comprado,  una pasta. Además se viene otro colega, que se ha pillado una Ibánez RGT que no veas cómo se embala.
Cuando os reunís todos la cosa se destartala nada más empezar. Tu crees que la Custom es la mejor, pero cuando pruebas de entrada la Ibánez, te quedas flipado con la comodidad del mástil, y de pronto parece que tu técnica ha evolucionado años luz en un par de minutos. Acostumbrado a una guitarra complicada para solear a partir del traste doce, de pronto te has cogido la Ibánez y no la sueltas. Aunque estás enchufado a un ampli potente notas que el sonido de la Ibánez sin ser malo no termina de llenarte, tu estás obsesionado con tu Les Paul Custom, y ahí que vuelves a enchufarla y le insistes al personal que afinen el oído al sonido gordote que le estás sacando al último riff que te has inventado.
Pero se hace la luz cuando el que te ha llamado te da para que pruebes la Suhr un ratito. Cuando la enchufas y sientes el tacto del mástil te quedas un poquito como queriendo hacer memoria de lo que es una Stratocaster, ya que tu te crees que la Fender Stratocaster Custom Shop es la guapa... Qué marca es ésta que no la conoce ni Dios. Y ahí que la enchufas y empiezas a sonar. Trae una pastillas Suhr Fletcher Landau, el sonido es muy definido, de pronto empiezas a tocar con ella y se te saltan las lágrimas, la verdad es que te acabas de quedar de piedra. Vuelves a tocar con la Ibánez , una superstrato con ese puente Floyd Rose, tan complicado de afinar, aunque un mástil para volar...
Toda similitud con la realidad es pura ficción. No existen guitarras mejores ni peores, sino guitarristas y rascacuerdas. El alma de la guitarra la pone el que la toca. Este ejemplo sin pies ni cabeza que he puesto podría ser una realidad, con guitarras que cuestan un buen dinero, supuestamente para cualquier guitarrista ya avanzado.

¡¡¡¡¡Feliz Año 2.009 a todos!!!!!